Existe bastante acuerdo en cuanto a que el juego de cartas Blackjack de hoy en día proviene del antiguo juego francés conocido con el nombre del "vingt-et-un", algo que creemos no hace falta traducir. Este juego se remonta al siglo diecisiete, pero se duda mucho sobre la conexión entre ambos dado que la evolución ha sido grande. La versión más aceptada es que, en general, y como sucede con los idiomas, el Blackjack perteneció a una familia de juegos de cartas en los que se agrupaban muchos otros.
Entre esos juegos familiares del blackjack está el baccarat, la siete y media o el veintiuno. A todos estos juegos se les ha llegado a considerar en algún momento y según por quién, como el padre del blackjack. Si nos vamos a la época de la Revolución Francesa, es cuando se conoce por primera vez el juego del blackjack en los Estados Unidos.
Al contrario que con la ruleta, los jugadores de este juego observaron que les permitía cierto margen de maniobra para mejorar sus probabilidades. Es sin duda, un juego que consiguió rápidamente una muy buena aceptación.
Este aspecto, junto con la ley muy laxa que existía en ese momento en EE.UU. sobre los juegos de casino, hizo que sitios tan conocidos como Las Vegas popularizaran el juego. Pronto, esta ciudad se conocía como el centro del blackjack.
A pesar de la popularidad, lo que lo hizo aún subir más en su éxito, fue el bono que se introdujo para aquellos jugadores que consiguieran un as de espadas y una jota negra (es decir, un black jack). Este gran bono atrajo tanto a los jugadores que se llenaban los casinos con este juego. Hoy en día ese bono existe en algunos pocos sitios, pero lo normal es que haya desaparecido de los sitios. Es que el juego en sí ya es muy atractivo.
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